La fragilidad de los futbolistas mexicanos

Para los que no lo sabían, el futbolista del Deportivo La Coruña y de la selección mexicana de fútbol, Andrés Guardado, ha salido lesionado de nuevo. Recién se había recuperado de una lesión que tuvo en el partido que la selección mexicana jugó contra Venezuela y no duró ni 30 minutos en el campo este fin de semana, cuando entró como titular y a los treinta minutos de iniciado el encuentro tuvo que ser sustituido por haberse resentido de la lesión con la que viene cargando.

El tema de las constantes lesiones de los futbolistas mexicanos que se van a jugar a Europa es algo que se presenta muy frecuentemente. La lesión de Guardado ha hecho que de nuevo se haya puesto el foco de atención en la fragilidad de los jugadores mexicanos, pero habremos de recordar que Rafa Marquez pierde una gran cantidad de partidos al año a causa de las lesiones, Carlos Vela es también muy propenso a sufrir de este tipo de cosas y otros mexicanos en Europa se han lesionado constantemente.

me parece una estupidez lo que he visto en algunos diarios deportivos. La calidad de Guardado es indiscutible y todos los futbolistas tienen sus altos y bajos. Ronaldo en su tiempo tuvo una lesión gravísima que lo alejó de las canchas mucho tiempo y aun así es considerado uno de los mejores jugadores de la historia.

Para empezar, Guardado no tiene la culpa de sus lesiones. Cuestiones genéticas y de trabajo muscular son cosas muy difíciles de combatir y en todo caso, si hubiera que culpar a alguien, tendría que ser a los médicos y preparadores físicos de los equipos en los que ha estado cuando se ha lastimado. Ellos son los responsables de que los jugadores no sobrecarguen sus músculos y de que estos estén lo suficientemente fuertes para que soporten los golpes, la fatiga y la carga de trabajo a la que están sometidos.

Decir que Guardado es un jugador apagado o que ha perdido su calidad por sus lesiones es como decir que un ingeniero no sabe hacer su trabajo porque tuvo un accidente laboral. Andrés Guardado se recuperará y recuperará su nivel, de eso estoy seguro, pero es un llamado de atención para los futbolistas y equipos de la liga mexicana. No es casualidad que estas cosas les pasen a nuestros paisanos allá donde las exigencias físicas son mayores que aquí en nuestro país. Es de esperarse que el cuerpo de los futbolistas que se van a jugar al viejo continente se encuentre bajo un nivel de exigencia mayor. Es una cuestión de sentido común. Si el futbolista promedio en Europa tiene una masa muscular y una estatura mayores que el mexicano y además le dedican mas tiempo al trabajo de gimnasio, es lógico que son más fuertes y más rápidos, si a esto le sumamos que también son más intensos, entonces el resultado puede ser una lesión para aquellos que no hayan tenido la adecuada preparación, tanto técnica como física, en sus inicios como futbolistas.

Lo que quiero decir es que no es imposible que haya futbolista con físicos menudos y que logren conservar su salud. Lo que pasa es que tienen que acostumbrarse a jugar contra gente fuerte y veloz, adaptarse y aprender a esquivar las lesiones y además trabajar para que sus músculos y articulaciones estén fuertes, con el fin de que aguanten lo más posible.

No sé que tanto se haya mejorado en este aspecto en México, la nueva generación de futbolistas no ha presentado, todavía, lesiones de cuidado. Hector Moreno, Efrain Juarez, Javier Hernandez y Pablo Barrera se notan mejor preparados físicamente, pero, salvo Moreno, los otros tienen muy poco tiempo en Europa como para sacar una conclusión.

El asunto es que si queremos que haya más mexicanos en Europa, debemos trabajar para que nuestros futbolistas sean menos frágiles. No nos beneficiaría nada que los mexicanos hicieran fama de princesitas que se quiebran cada tres barridas y que luego las mejores ligas del mundo prefieran contratar a gente de países que si preparan a sus deportistas como debe de ser.