¡Ganó México!

México debería de ser declarado presidente del consejo internacional de los países que ganan puros partidos sin importancia. Campeones Mundiales de lo irrelevante, eso es lo que somos.

De los amistosos ya ni hablemos, por que de eso somos campeones de este universo y de cualquier otro que venga a reclamarnos el trono.

No, estoy hablando de partidos oficiales. ¿Hace cuanto que México o alguno de los equipuchos de la liga mexicana no ganan un partido importante?

Y no estoy hablado de ganar un campeonato en la Copa América y mucho pero mucho menos del Mundial. Un simple partido donde la presión vaya más allá de lo normal y que los proyecte a instancias de competencia que nos harían sentir orgullosos.

Para eso nos tendríamos que remontar al 2005: el Campeonato del Mundo que ganaron los de la sub-17 ese año. Pero yo no lo cuento, díganme lo que me digan, ese futbol no es profesional, así que el campeonato no vale. Pero para los que se quieran seguir engañando solos, pues sigan creyendo en eso.

¿La Concachampions? No me jodan, en esos juegos hasta el “Chuleta” Orozco es goleador. Victor Valdez y Messi solos acabarían con esos equipos.

Ganar partiditos es lo que hace México. Los partidos, esos en los que se compite, donde el rival es duro y mete, muerde, pelea, esos partidos son los que se deberían de ganar.

Sin embargo, Argentina ya nos tiene como sus mascotas, ya no son nuestros padres, son nuestros dueños. Esos equipos tienen carácter, pero con el carácter tampoco basta, acuérdense de la madriza que les puso Alemania en el Mundial del 2010.

Entonces, no tenemos carácter para ganar. ¿Qué más? ¿disciplina? ¿güevos? ¿mentalidad? ¿mejores directivos? No, esas son cosas que muchos países en el Mundo tienen y aun así no les alcanza para ganar un campeonato del Mundo (preguntenle a los holandeses). Aunque para competir, se necesita tener todo lo que contienen las preguntas anteriores.

¿Entonces qué? ¿Infraestructura? ¿dinero? ¿alimentación? ¿educación? ¿calidad de vida? Pues sí, eso es lo que se necesita. Teniendo todo eso, habría menos corrupción y no tendríamos los directivos que tenemos. Los aficionados serían más exigentes y no asistirían a los somníferos partidos de la liga mexicana hasta que mejoraran su nivel. Los futbolistas se sentirían con la capacidad de competir con cualquiera. En general seríamos personas con más criterio, juicio crítico, preparación, en todos los ámbitos, no solamente el futbol.

El futbol mexicano está jodido. Ni por casualidad ganan algo, a menos que ese algo esté todavía más jodido. Pero no es cosa solamente del futbol. El futbol es un juego que viene siendo lo menos importante en nuestras vidas. En otros campos también estamos jodidos, no ganamos nada, y eso sí nos afecta sustancialmente. O me van a decir que no sienten la inseguridad, que no ven la pobreza en las calles, que no se les retuercen las tripas cada vez que un político hace una de sus “gracias” o corruptelas. El día que esas cosas mejoren, el nivel deportivo en México mejorará y podremos gritar muy seguido: ¡Ganó México! Mientras nos tendremos que conformar con chícharos de a libra.